Titiricuento viajó hasta la maravillosa biblioteca de Arenas de San Juan. Y digo MARAVILLOSA en mayúsculas. Allí me encontré con su bibliotecaria Laura. A veces te encuentras con bibliotecarias que son como hadas. Te reciben con los brazos abiertos, con una sonrisa de oreja a oreja y son capaces de hacer realidad el sueño de todo cuentacuentos: traer a un público entregado y dispuesto a disfrutar con nuestras historias.
Las bibliotecas de Móstoles, la de Griñón, Villaviciosa de Odón, Villaseca de la Sagra...Gracias a todos los profesionales que, con la que está cayendo, se empeñan en seguir apostando por los cuentos narrados... |
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